David Maxena, de la comunidad Nuevo Chintún (municipio de Tucurú, Alta Verapaz), integrante de la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas (UVOC) e hijo de uno de los líderes más visibles de la resistencia en Tucurú por la defensa del derecho a la tierra, fue detenido el 14 de febrero de 2022 por cuatro delitos, entre ellos usurpación y amenazas. Tras la primera declaración fue ligado a proceso por usurpación agravada.

Según sus abogados, el caso ha estado atravesado por irregularidades desde el inicio. Para empezar, no se le notificó la orden de captura y, en el momento de su detención, no conocía los cargos que se le imputaban. Además, según integrantes de su comunidad, al ingresar en prisión se le exigió el pago de una talacha (“cuota” de extorsión) de 15000 quetzales, para evitar que fuese golpeado.

Una vez en prisión, sin justificación manifiesta ni comunicación a su representante legal, David fue traladado del sector regular asignado, a una sección de la cárcel denominada “bartolina”, la cual es empleada para aislar a presos por mal comportamiento o a la que se traslada a los presos que lo piden por considerar que su seguridad está en riesgo. Este traslado supuso un empeoramiento considerable de sus condiciones, pues el espacio de la bartolina es muy reducido y en ella cohabitan siete personas o más, por lo que los presos tienen que dormir sentados. Además tienen un acceso muy precario a espacios al aire libre y por tanto las condiciones de movilidad, ventilación y luz natural son malas. De hecho solo se puede salir de esta celda para hacer uso del baño.

El 18 de abril de 2022 tuvo lugar la audiencia de medidas de coerción, en la que se esperaba le fueran otorgadas medidas sustitutivas, ya que la privación de libertad resulta una medida desproporcionada frente al delito menor del que se le acusaba. No obtuvo las medidas sustitutivas pero sí se le concedió el traslado de la bartolina a una celda regular.

En la audiencia de lectura de sentencia del 18 de octubre de 2022 el juez le absolvió, pues no se pudo probar la presencia de David en la “toma” realizada al predio reclamado por la empresa Agropecuaria Chintún, ya que hay una serie de irregularidades en el modo en el que está parcelada una gran parte de la finca. David fue puesto en libertad ese mismo día. Sin embargo, la empresa interpuso un recurso de apelación en contra de la sentencia absolutoria, el cual fue admitido a trámite, por lo que se está pendiente de la apertura del juicio. Inicialmente estaba previsto para el 1 agosto del 2023, pero ya se ha pospuesto tres veces y actualmente está planificado para mediados de abril de 2024.